miércoles, 21 de julio de 2010

Un trabajo duro, pero que ha valido la pena


Ha sido un trabajo duro. Para haceros una idea de lo que hemos trabajado, todos los días llegábamos a la cena reventados. Más de uno se quedaba dormido en la post-cena. Por las mañanas nos dedicábamos a trabajar en la construcción de la sala para la comunidad. Los días en que veíamos que el trabajo no abundaba (porque solo lo podía realizar el albañil), nos íbamos a conocer las 40 familias de las que estaba compuesta la aldea. A las 2 de las tardes empezábamos a dar clases a jóvenes de la escuela. Tratábamos sobre muy diversos temas: drogas, alcohol, violencia machista, respeto a la mujer, el valor del trabajo, responsabilidad en el estudio, valores cristianos diversos, Europa, España, la juventud Occidental, y un largo etcétera. Después pasábamos a los niños y padres. Les hemos enseñado todo el repertorio de juegos que conocíamos.

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