Las familias de Nueva Victoria

Durante nuestra estancia en Nueva Victoria conocimos a casi todas las familias de la aldea. La primera casa que visitamos fue la de Júlia, una señora que tenía 7 hijos y 10 nietos. El primer día que empezamos a trabajar en la aldea ella fue la primera de todas (se puede ver en la foto junto a José António Silva y Adrián, que se puso a trabajar cuando hicimos la foto). Nos acogió muy bien en su casa y nos invitó a fresco de limón (zumo). Nos estuvo explicando el día a día de la aldea. Sobre sus hijos, etc. Muchas de las familias de las aldeas tiene familia en México y sobretodo en Estados Unidos. Ahora con la crisis muchos están empezando a volver. La verdad es que cuando uno está en Guatemala conviviendo con gente que vive en esas condiciones, se empieza a comprender más claramente porqué tanta gente quiere venir a vivir a España, y se ve con otros ojos la inmigración. Otra de las familias que conocimos fue la de Romualdo. Romualdo ha tenido varios hijos, pero dos de ellos salieron con Síndrome de Down. Él, a pesar de sus dificultades económicas, los ha tirado adelante con mucho sacrificio. Es un hombre heroico. Él nos prestó un amplificador de audio para las proyecciones cinematográficas que hicimos. Desgraciadamente, al tercer día de estar en Nueva Victoria, un rayo cayó en la sala donde estábamos proyectando y se fundió el amplificador, y el cargador del portátil. Romualdo es el encargado de la Iglesia de Nueva Victoria. También conocimos a su hija, Ana, que nos explicó muchas cosas de la formación que se imparte en la escuela y los problemas que tienen. Ella, siendo profesora de la escuela, se encuentra con grandes dificultades para dar las clases: abandono por parte de las instituciones del estado (no pagan a los profesores del Básico que es la ESO, no proveen de libros a los estudiantes), falta de entusiasmo por el estudio por parte de los jóvenes, falta de ordenadores para aprender mecanografía, instalaciones escolares precarias, etc. El techo de la escuela de Nueva Victoria está hecha de plancha de hierro que cuando llueve (todos las tardes, que es cuando tienen clase) produce un ruido ensordecedor que impide impartir las clases. Ana nos contó que su marido lleva varios años en los Estados Unidos. Esto le dolía. Conocimos muchas familias más, pero sería una lista interminable nombrarlos a todos.